Cultura digital

Un test absurdo que revela más de lo que admite: entre Tomasito, Lali en el cajero, jarrones sospechosos y helados traumáticos, algo en tu linaje empieza a hablar. No es ciencia ni mística: es ese microsegundo en el que reconocés un patrón que no inventaste vos. Si una sola pregunta te incomoda, ya empezó el trabajo.

La historia de Kabosu —la perrita rescatada que terminó convertida en ícono global— revela cómo un meme nacido del azar puede transformarse en símbolo cultural y, sin buscarlo, en infraestructura financiera. Desde un criadero abandonado en Japón hasta convertirse en el rostro de Dogecoin y mover mercados reales, el recorrido de Kabosu mezcla ternura, caos, internet, economía y humanidad. Un relato sobre cómo algo mínimo puede desencadenar consecuencias gigantes en el mundo di

Un vistazo directo a una decisión histórica: la Ciudad de Buenos Aires empezó a aceptar criptomonedas —incluido Dogecoin— para pagar impuestos. El post explica cómo funciona el sistema, qué significa realmente (y qué no), por qué este gesto abre una grieta en la relación entre ciudadanos y Estado, y cómo puede convertirse en una herramienta concreta para quienes ya se mueven con cripto. Un análisis claro, sin hype, con contexto y con la mirada ardiente de Lo Que Arde.

Un contador especializado en arbitraje cripto demuestra que el desorden no es parte del sistema, sino del desconocimiento. Su guía contable traduce la mecánica del arbitraje a procedimientos claros, legales y trazables. Entre leyes, planillas y símbolos, pone en evidencia algo simple: entender el valor también es una forma de revolución.

Ripio lanza wARS, la primera stablecoin del peso argentino. Una moneda digital 1:1 con el ARS que permite pagar, transferir y operar en redes como Ethereum, Base y World Chain sin depender del sistema bancario. Desde el escritorio hasta la nube, la escena local entra en el mapa cripto con una herramienta pensada para mover valor en pesos, a cualquier hora, desde cualquier lugar.

Globant y YPF anuncian su unión a la IA, pero el texto desmonta la idea de novedad: desde los controladores PID hasta los algoritmos actuales, siempre hubo máquinas “pensando”. El post mezcla ironía y crítica para mostrar que el verdadero reemplazo no lo hace la tecnología, sino la docilidad aprendida. De la TV al algoritmo, la manipulación cambió de formato, no de método. Una lectura ardiente sobre obediencia, fe y pensamiento propio.